Una madre de familia de 46 años perdió la vida en medio de un voraz incendio forestal que azotó el extremo norte del departamento de Potosí durante el fin de semana. El siniestro, que se desató en la comunidad de Mojon K’asa, ha consumido más de 8.000 hectáreas de vegetación, incluyendo áreas de pinos, eucaliptos y cultivos, y ha destruido al menos ocho viviendas.
La víctima, madre soltera de nueve hijos, falleció intentando proteger su hogar. “La comunidad está de luto”, declaró el alcalde de Torotoro, Hernán Colque, en entrevista con medios de prensa.
El fuego, aún activo en las serranías cercanas al municipio, ha generado una intensa movilización de brigadas de emergencia. Desde las 4:00 a.m. del lunes, efectivos del Regimiento 18 Victoria del CITE, bomberos forestales, SAR Bolivia, la Policía Nacional y comunarios se han desplazado al epicentro del incendio para contener las llamas.
La Dirección Distrital de Educación, junto al gobierno municipal, ha habilitado alojamiento y alimentación para los brigadistas llegados desde Cochabamba. Maestros, estudiantes y directores de unidades educativas también colaboran en la logística, aunque las clases no han sido suspendidas por el momento.
Las causas del incendio aún están bajo investigación. Sin embargo, las autoridades temen que los fuertes vientos —que podrían alcanzar hasta 90 km/h según alertas del Senamhi— agraven la situación. “Cuando ventea, el fuego se reaviva”, advirtió un representante local.
El Ministerio de Defensa ha confirmado que el incendio está en etapa de enfriamiento, aunque persiste el riesgo de reactivación. Se estima que entre 28 y 30 familias han sido afectadas directamente.
La comunidad de Toro Toro, junto con instituciones nacionales, continúa en alerta. Se espera un balance oficial al mediodía para evaluar nuevas medidas de contención. Mientras tanto, la solidaridad se mantiene como el motor principal de la respuesta ante esta tragedia.