La Constitución Política del Estado fue aprobada hace 15 años y marcó el inicio de un proceso de construcción de la pluralidad, la inclusión y el respeto a nuestra diversidad, por lo que “no podemos retroceder ni un paso en todo lo avanzado”, afirmó el presidente Luis Arce.
El 25 de enero de 2009 fue aprobado el nuevo pacto social con el 61% de respaldo ciudadano, en un inédito referéndum constitucional que coronó el trabajo de la Asamblea Constituyente, un escenario en el que estuvieron representados los excluidos históricamente.
Arce recordó este jueves la fecha histórica que dio nacimiento al Estado Plurinacional de Bolivia, que reemplazó al Estado Republicano y a la Constitución de 1967.
El referéndum constitucional “marca el inicio de un nuevo camino basado en la pluralidad, la inclusión y el respeto a nuestra diversidad”, aseguró y complementó: “No podemos retroceder ni un paso en todo lo que hemos avanzado gracias a la lucha de nuestros pueblos y de nuestras organizaciones sociales”.
El nuevo contrato social entró en vigencia el 7 de febrero de ese mismo 2009 y coronó un proceso que no estuvo exento de fuertes tensiones, por los intereses que se jugaban. La redacción y aprobación estuvo a cargo de 255 constituyentes.
La Constitución define a Bolivia en su primer artículo como “Un Estado unitario social de derecho plurinacional comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país”.
Mientras que, en su artículo 5, reconoce la plurinacionalidad y a las 36 nacionalidades que habitan diferentes regiones del altiplano, valles y oriente. Hasta ese momento estuvieron invisibilizadas y marginadas de las decisiones y de sus derechos, en un República vigente desde 1825, momento de la fundación de Bolivia.
Ahora están presentes en los diferentes niveles de gobierno los sectores antes excluidos como campesinos, indígenas, originarios y trabajadores.
Vía: ABI