Tensión en la Cámara de Diputados por contrato de litio con empresa china

Este jueves, la Cámara de Diputados vivió una jornada marcada por la tensión y la protesta, en medio del tratamiento del controvertido contrato de industrialización del litio suscrito entre Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y la empresa china Hong Kong CBC Investment Limited.

La sesión plenaria, instalada cerca del mediodía, fue interrumpida por un cuarto intermedio debido a incidentes protagonizados por legisladores y representantes cívicos que rechazan el acuerdo. El contrato, firmado el 26 de noviembre de 2024, contempla la construcción de dos plantas industriales en el Salar de Uyuni con una inversión de más de 1.000 millones de dólares.

El contrato está contenido en el proyecto de ley 197/2024-2025, que autoriza la producción de carbonato de litio por un periodo de hasta 40 años. La empresa CBC, subsidiaria de la gigante china CATL, se compromete a implementar tecnología de Extracción Directa del Litio (EDL), con una participación estatal del 51%.

Sin embargo, desde la oposición y sectores cívicos de Potosí se han levantado fuertes críticas. La diputada Janira Román denunció que CBC no cuenta con el respaldo técnico ni financiero suficiente para ejecutar el proyecto, señalando que su capital registrado en Bolivia es de apenas 500.000 bolivianos, frente a una inversión proyectada de más de 1.000 millones de dólares.

Durante la sesión, varios legisladores exigieron el aplazamiento del tratamiento del proyecto, argumentando que no se ha socializado adecuadamente y que existen dudas sobre su constitucionalidad. Representantes del Comité Cívico Potosinista también se hicieron presentes, denunciando la falta de consulta previa a las comunidades y el posible impacto ambiental del proyecto.

El presidente de la Cámara, Omar Yujra, defendió el procedimiento legislativo y pidió analizar “las bondades y las partes malas” del contrato antes de tomar una decisión definitiva.

El contrato aún debe ser aprobado por la Asamblea Legislativa Plurinacional. Mientras tanto, el debate continúa en medio de presiones sociales, cuestionamientos técnicos y una creciente polarización política.