El departamento de Tarija enfrenta una grave crisis en su sistema de salud, según declaraciones recientes del director del SEDES, Nils Cazón, a pesar de los esfuerzos, la situación no ha cambiado significativamente y se espera que las elecciones del 17 de agosto marquen un punto de inflexión para mejorar la atención médica.
Sobre la reunión que se tuvo con los alcaldes del departamento, dijo que «se presentará un diagnóstico detallado sobre la situación actual de la salud en Tarija».
«El objetivo es identificar las necesidades reales y determinar la cantidad de ítems necesarios para cubrir los primeros niveles de atención», añadió.
Para Cazón el SEDES enfrenta desafíos para ejercer su rectoría debido a la falta de control sobre los recursos humanos y financieros. Según se informó, «siete de cada diez médicos en los primeros niveles de atención responden directamente a directrices de La Paz, lo que limita la capacidad del SEDES para responder a las necesidades del departamento».
La situación se complica aún más debido a la dependencia de diferentes fuentes de financiamiento y la necesidad de un reordenamiento permitido por el gobierno central, «la falta de autonomía y la influencia política en la asignación de recursos humanos y financieros son obstáculos significativos para mejorar la atención médica en Tarija», manifestó.
La reunión con alcaldes es un paso importante para abordar estos desafíos y encontrar soluciones.
«La verdadera pregunta es si el SEDES podrá ejercer su rectoría y responder a las necesidades del departamento de manera efectiva», finalizó.
