La Asociación Boliviana de Árbitros de Fútbol (ABAF) ha encendido las alarmas en el fútbol nacional tras emitir un comunicado oficial en el que declara estado de emergencia y anuncia un veto contra el Club Unión Tarija. Esta medida surge como respuesta a las acusaciones vertidas por dirigentes del club tarijeño, quienes habrían cuestionado la actuación arbitral en el partido disputado ante Nacional La Pampa por la Copa Simón Bolívar.

Según el pronunciamiento de ABAF, las declaraciones de los dirigentes de Unión Tarija son consideradas graves y calumniosas, por lo que la entidad exige que se presenten pruebas ante las instancias correspondientes. De no hacerlo, advierten con iniciar acciones legales por difamación.
En un gesto de respaldo a los árbitros de Tarija, la ABAF anunció que ningún árbitro afiliado a nivel nacional dirigirá partidos donde participe Unión Tarija, hasta que el conflicto sea resuelto. Esta decisión representa un hecho sin precedentes en el fútbol boliviano y podría afectar el desarrollo de competiciones oficiales en las que el club esté involucrado.
Polémica por suspensión de partido
En medio de esta controversia, Amed Lora —dirigente de Unión Tarija— en declaraciones al medio de comunicación deportivo Tarija Activa, lamentó la suspensión del encuentro ante García Ágreda por la incomparecencia de la terna arbitral. Según Lora, esta decisión “afecta al fútbol tarijeño” y contradice el procedimiento reglamentario. “Tienen derecho a reclamar, pero no de esta forma. El partido estaba programado y los árbitros debieron presentarse”, declaró.
También informó que hubo intentos de diálogo, aunque no se llegó a una solución, por lo que el caso será remitido a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) en busca de una resolución institucional.
Este nuevo conflicto se suma a una serie de tensiones entre ABAF y la Federación Boliviana de Fútbol. En mayo de 2024, los árbitros ya se habían declarado en emergencia tras la contratación de jueces chilenos para las finales del torneo Apertura, lo que fue considerado una ofensa a la capacidad técnica de los árbitros nacionales.
La situación actual refleja el creciente malestar dentro del gremio arbitral y plantea interrogantes sobre la relación entre clubes, árbitros y la dirigencia del fútbol boliviano.
Redacción con información de: Tarija Activa