
A seis años de los hechos violentos ocurridos en Bolivia durante la crisis política de 2019, el ministro de Medio Ambiente y Agua, Álvaro Ruiz, expresó su profunda preocupación por la falta de sentencias contra los principales acusados, entre ellos Luis Fernando Camacho, Marco Antonio Pumari y Jeanine Áñez.
“Lamentamos que en seis años no haya sentencia contra Camacho, Pumari y Áñez. El GIEI determinó genocidio, y eso es más que una masacre”, declaró Ruiz en un acto público, haciendo referencia al informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que documentó graves violaciones a los derechos humanos durante ese periodo.
Ruiz subrayó que más de 37 personas perdieron la vida en los enfrentamientos, y que la ausencia de justicia representa una herida abierta para las familias de las víctimas y para la democracia boliviana.
Las declaraciones del ministro se producen en medio de crecientes cuestionamientos al sistema judicial boliviano. Activistas y familiares de las víctimas han denunciado que “fallos políticos pisotean” el informe del GIEI, favoreciendo la impunidad de los acusados. Mientras tanto, el Gobierno ha apelado resoluciones que otorgaron detención domiciliaria a Camacho y libertad a Pumari.
Por otro lado, el denominado testigo clave del caso, Antonio de la Fuente, afirmó recientemente que su declaración fue manipulada para justificar las detenciones de los líderes opositores. “Jamás he dicho que la señora Áñez cometió este delito, o que Camacho o Pumari lo hicieron. Eso es falso”, declaró en entrevista con medios nacionales.
Los casos de Áñez, Camacho y Pumari han sido calificados por sectores internacionales como un “linchamiento judicial” y símbolo del uso político de la justicia en Bolivia. La expresidenta Áñez, por ejemplo, cumple una condena de diez años por sedición y terrorismo, en un proceso marcado por denuncias de tortura psicológica y falta de garantías legales.
Ruiz concluyó su intervención con un llamado a no olvidar a las víctimas de 2019: “No puede haber reconciliación sin justicia. No puede haber paz sin verdad”.