
En un acto público celebrado en San Julián, Santa Cruz, el presidente boliviano Luis Arce lanzó un mensaje directo al próximo gobierno, acusando a la oposición y al bloque evista de provocar la actual escasez de combustibles. Según el mandatario, el bloqueo de créditos en la Asamblea Legislativa Plurinacional impidió la importación de hidrocarburos, lo que derivó en el desabastecimiento que afecta al país.
Arce afirmó que “ellos provocaron esto y ellos son a los que les tocará resolver el problema cuando sean gobierno”, en referencia a los sectores que obstaculizaron el financiamiento externo. La crisis energética se ha intensificado en las últimas semanas, con largas filas en los surtidores y una advertencia de YPFB sobre una reducción del 30% en el abastecimiento nacional.
El jefe de Estado defendió la gestión de su gobierno, asegurando que desde 2020 se trabajó para corregir el “problema estructural de los hidrocarburos” heredado de administraciones anteriores. Detalló que se ejecutaron 54 proyectos de exploración, de los cuales 18 fueron exitosos. Estos, según Arce, comenzarán a generar resultados tangibles a partir de 2026.
La situación económica del país se agrava por la falta de dólares, lo que complica aún más la compra de combustibles subvencionados. Expertos advierten que Bolivia se encuentra al borde del colapso económico, y que la política de industrialización impulsada por Arce no ha dado los frutos esperados.
Actualmente, YPFB estima que se necesitan 56 millones de dólares semanales para importar combustibles, cifra que refleja la drástica caída en la producción interna de petróleo y gas. Esta dependencia de las importaciones ha generado un cuello de botella financiero que el próximo gobierno, que asumirá el 8 de noviembre, deberá enfrentar en medio de una creciente presión social y económica.
La crisis energética se suma a otros desafíos como el desempleo y la inflación, que han marcado el cierre del mandato de Arce. A pocos días del balotaje presidencial entre Tuto Quiroga y Rodrigo Paz, el tema del combustible se ha convertido en uno de los ejes centrales del debate político y ciudadano.