En medio de una campaña marcada por la polarización y la desconfianza, el candidato a la vicepresidencia por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), Edmand Lara, volvió a encender la polémica al insistir en la posibilidad de un fraude electoral en la segunda vuelta del 19 de octubre. Durante un acto en Luribay, La Paz, Lara aseguró que su partido “ya ganó” las elecciones, pero advirtió que sus adversarios “intentarán robarse la elección”.

Lara acusó a sus contrincantes —en especial a la alianza Libertad y Democracia, encabezada por Jorge Tuto Quiroga— de “vender cargos” y de haber “vendido el litio”, lo que, según él, explicaría su desesperación y presunto intento de manipular los resultados. “Cuidemos el voto y estemos preparados para todo. Que ganen bien, en cancha, pero no haciendo fraude”, afirmó ante sus seguidores.
El candidato también alertó sobre posibles irregularidades en las notarías electorales, insinuando que podrían alterarse papeletas o actas. Como medida preventiva, anunció que el PDC reforzará el control electoral con delegados en cada mesa de sufragio.
Horas antes de las declaraciones de Lara, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) emitió un comunicado en el que rechazó categóricamente cualquier versión de fraude sin pruebas. El presidente en ejercicio del TSE, Óscar Hassenteufel, calificó estas afirmaciones como “infundadas” y “irresponsables”, y recordó que el proceso electoral cuenta con mecanismos de control como el Sistema de Resultados Electorales Preliminares (Sirepre), el padrón biométrico abierto y la presencia de 19 misiones de observación nacional e internacional.
“El TSE exhorta nuevamente a los actores políticos a respetar los principios democráticos, para que la segunda vuelta se desarrolle en un ambiente de transparencia y respeto a la voluntad popular”, señaló Hassenteufel.
Las declaraciones de Lara se producen en un clima de creciente confrontación entre el PDC y la Alianza Libre, a pesar de que ambas fuerzas firmaron un acuerdo de nueve puntos para evitar la guerra sucia y respetar los resultados del balotaje. Desde el PDC, algunos voceros han denunciado ataques digitales y campañas de desinformación, mientras que el TSE insiste en que las denuncias deben estar respaldadas por pruebas verificables.
Con menos de un mes para la segunda vuelta, el discurso de “fraude” amenaza con erosionar la confianza ciudadana en el proceso electoral. Mientras el TSE refuerza su llamado a la responsabilidad política, Lara mantiene su postura y convoca a sus bases a “defender el voto”.
La jornada del 19 de octubre será decisiva no solo para definir al próximo gobierno, sino también para medir la solidez institucional de la democracia boliviana.