La escasez de combustible amenaza el despliegue electoral en Bolivia a una semana del balotaje presidencial

A pocos días del balotaje presidencial en Bolivia, previsto para el domingo 19 de octubre, el país enfrenta una crisis de abastecimiento de combustibles que pone en riesgo el traslado del material electoral, especialmente en regiones alejadas. Las autoridades del Tribunal Electoral Departamental (TED) de Santa Cruz han expresado su preocupación por la falta de diésel y gasolina, elementos clave para movilizar las maletas electorales hacia zonas rurales e intermedias.

José Miguel Callejas, vicepresidente del TED cruceño, confirmó que los vehículos asignados para el operativo logístico permanecen en estaciones de servicio a la espera de cargar combustible. “Sin carburantes, no hay garantías para el despliegue electoral”, advirtió la autoridad, apelando al compromiso de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

La situación se agravó esta semana tras el anuncio del presidente de YPFB, Armin Dorgathen, quien reconoció que el suministro fue reducido al 70% debido a la falta de dólares para importar combustibles. Aunque se prometió una normalización para este viernes, las largas filas en los surtidores persisten, especialmente en ciudades como La Paz, El Alto y Santa CruzEL DEBER+1.

El problema no es nuevo. Desde hace meses, Bolivia enfrenta dificultades para cubrir la demanda interna de carburantes, en parte por la caída de reservas internacionales y la falta de aprobación de créditos externos. El presidente Luis Arce responsabilizó a la oposición por bloquear estos recursos en la Asamblea Legislativa, lo que habría impedido una solución estructural al desabastecimiento.

En este contexto, el operativo electoral previsto para iniciar el lunes se encuentra en una situación crítica. El TED necesita garantizar el transporte seguro y puntual de las maletas electorales, que contienen papeletas, actas y otros insumos esenciales para el proceso democrático. “Solo con combustible asegurado podremos cumplir con nuestra misión”, reiteró Callejas.

La incertidumbre sobre el abastecimiento de diésel y gasolina se suma a un clima de tensión social y económica. Según una encuesta reciente, el 63,3% de los bolivianos considera que el principal desafío del próximo gobierno será la reactivación económica, en medio de una crisis marcada por el desempleo y el encarecimiento de productos básicos.

Con el balotaje entre Jorge “Tuto” Quiroga y Rodrigo Paz a la vuelta de la esquina, el país se juega no solo su futuro político, sino también la capacidad institucional de garantizar elecciones limpias y transparentes en condiciones adversas.