La serranía de Sama vuelve a ser víctima del fuego. El último incendio registrado dejó un saldo devastador de 6.000 hectáreas de vegetación afectadas, según confirmó la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) al diario El País. La magnitud del desastre ha encendido la alarma entre autoridades locales, colectivos sociales y defensores del medio ambiente, que ahora exigen sanciones ejemplares y un plan de respuesta urgente para evitar que la tragedia se repita.

El alcalde de Tarija, Johnny Torres, anunció que solicitará al Comando Departamental de la Policía una investigación exhaustiva para identificar a los responsables. “No es posible que, por la irresponsabilidad de unos cuantos, todo el pueblo tarijeño tenga que respirar humo”, declaró con firmeza. Torres subrayó que la ciudadanía debe asumir la responsabilidad de cuidar el entorno en el que vive.
Los primeros indicios apuntan a que el fuego fue provocado por chaqueos —la quema de pastizales como práctica agrícola— en zonas como el Rincón de La Vitoria, San Pedro de Sola y Pinos Norte. La ABT ya notificó a una persona en el Rincón de La Vitoria y al propietario del terreno donde se originó otro foco, además de San Pedro de Sola. No obstante, la entidad instó al Ministerio Público a acelerar las investigaciones para que los responsables enfrenten consecuencias legales.
El daño ambiental no solo pone en riesgo la biodiversidad de Sama, sino que también expone la fragilidad institucional frente a prácticas que siguen ocurriendo con impunidad. La ciudadanía espera que esta vez no haya silencio ni dilación.