En un acto cargado de misticismo y tradición, el presidente del Senado y candidato presidencial por la Alianza Popular, Andrónico Rodríguez, dio inicio oficial a su campaña electoral con un ritual andino celebrado en presencia de líderes espirituales y militantes. La ceremonia incluyó señales interpretadas como augurios tanto positivos como desafiantes para su camino político.

Durante la instalación de la mesa de ofrenda —elemento central de la cosmovisión andina— se vivieron momentos que fueron considerados altamente simbólicos.
El feto de llama, al caer accidentalmente, generó inquietud. Sin embargo, fue alzado y orientado hacia el sur por un yatiri, una guía espiritual, acción que fue interpretada como un signo de buena fortuna y éxito para los objetivos del candidato.
Más desconcertante fue la explosión de la ofrenda, considerada por el yatiri como un rechazo de la Pachamama. Este evento simbolizaría obstáculos por envidia o energías adversas. Como medida preventiva, se recomendó a Rodríguez realizar un ritual de purificación personal.
Zulma Acarapi, dirigente y observadora del acto, respaldó estas lecturas espirituales y destacó la relevancia de respetar las señales de la tierra. “No es solo campaña, es renovar un pacto con la Madre Tierra”, expresó.
Con el telón político ya levantado, Rodríguez se perfila como uno de los principales contendientes en las elecciones generales de agosto. Su contrincante Jorge “Tuto” Quiroga, representante de la alianza Libre, realizó una marcha simbólica acompañado de líderes distritales, evidenciando que la carrera electoral ya comenzó con intensidad.
El inicio de la campaña de Andrónico Rodríguez, más allá de lo político, reaviva el debate sobre la relación entre la espiritualidad ancestral y la toma de decisiones públicas. ¿Simple tradición o presagio del destino electoral? El tiempo —y la Pachamama— lo dirán.