El tarijeño Moisés Paniagua deslumbra ante Brasil y enciende la ilusión mundialista

En una noche cargada de tensión y esperanza, Bolivia logró lo impensado: vencer a Brasil por 1-0 en el Estadio Municipal de El Alto y asegurar su pase al repechaje rumbo al Mundial 2026. Pero más allá del resultado histórico, el nombre que resonó con fuerza entre los cánticos de la afición fue el del joven tarijeño Moisés Paniagua, apodado “El Viru”, quien con apenas 18 años se convirtió en el alma ofensiva de la Verde.

Paniagua, formado en Always Ready y convocado por primera vez para esta doble fecha eliminatoria, no se achicó ante la poderosa defensa brasileña liderada por Gabriel Magalhães y Marquinhos. Desde el primer minuto mostró carácter, velocidad y una entrega que hizo vibrar a los miles de hinchas presentes. Aunque no anotó, su movilidad y presión constante fueron clave para desestabilizar a la Canarinha y abrir espacios para sus compañeros.

“El Viru” fue protagonista de varias jugadas de peligro, incluyendo una falta que generó tensión en el área rival. Su actitud desafiante y su capacidad para encarar a defensores de talla mundial lo posicionan como una de las grandes promesas del fútbol boliviano. En un equipo que apostó por la juventud, junto a Miguel Terceros —autor del gol de penal al minuto 48— y Enzo Monteiro, Paniagua demostró que el futuro de la Verde está en buenas manos.

El técnico Óscar Villegas apostó por una alineación audaz, con Paniagua como parte del tridente ofensivo. Y el tarijeño respondió con creces. Su actuación no solo encendió la ilusión de clasificar al Mundial por primera vez desde 1994, sino que también marcó un antes y un después en su carrera.

En redes sociales, el nombre de Moisés Paniagua se volvió tendencia. “¡Qué partidazo del tarijeño!”, “El Viru es nuestro Mbappé”, y “Sudó la camiseta como pocos” fueron algunos de los comentarios que inundaron Twitter y Facebook tras el encuentro.

Con el repechaje en el horizonte, Bolivia necesitará mantener el fuego encendido. Y si algo quedó claro en El Alto, es que Moisés Paniagua está listo para liderar esa batalla. No solo como jugador, sino como símbolo de una generación que no teme soñar en grande.