A menos de una semana de las elecciones generales, la Alianza Popular liderada por Andrónico Rodríguez enfrenta una fractura interna de alto impacto. David Mamani, dirigente de la Federación Departamental Única de Trabajadores Campesinos de La Paz “Túpac Katari”, anunció este lunes la ruptura definitiva con el proyecto político de Rodríguez, tras la negativa del candidato presidencial de sustituir a Mariana Prado y Susana Bejarano de las listas electorales.

“Nos sentimos engañados, burlados y utilizados”, declaró Mamani, quien acusó al frente político de imponer candidaturas sin consulta orgánica con las bases sociales. La principal crítica recae sobre Mariana Prado, candidata a la vicepresidencia, y Susana Bejarano, postulante al Senado por La Paz, ambas señaladas por no representar a los movimientos sociales ni haber sido electas de forma legítima dentro del sindicalismo campesino.
Prado es cuestionada por su cercanía con figuras del pasado gobierno y por no provenir de las bases populares. Su candidatura fue calificada como una imposición “a dedo” que resta apoyo electoral.
Bejarano, oriunda de Tarija, fue criticada por no conocer la realidad socioeconómica de La Paz y por vínculos familiares con operadores políticos de derecha.
Resolución y consecuencias La Resolución 016/2025 enviada por la federación campesina exigía el retiro de ambas candidatas. Ante la falta de respuesta, Mamani y su organización decidieron declararse en independencia sindical y autonomía orgánica, rompiendo todo vínculo con Alianza Popular.
Impedimentos legales Según la Ley 026 del Régimen Electoral, ya no es posible sustituir candidaturas salvo por causas como fallecimiento o inhabilitación. El plazo para renuncias voluntarias venció el 3 de julio, lo que deja a Rodríguez sin margen legal para realizar cambios en su binomio.
Respuesta de Alianza Popular Félix Ajpi, vocero del frente, minimizó las protestas y ratificó la candidatura de Prado, afirmando que la alianza no trabaja “para sectores o personas” sino por principios ideológicos. “No hay crisis en la alianza”, aseguró.
La ruptura con sectores clave como los campesinos de La Paz y mineros organizados podría debilitar significativamente el respaldo popular de Rodríguez, quien ya enfrenta cuestionamientos desde el evismo y otras facciones sociales.