Cochabamba votó nulo y ahora Evo quiere senadores

La elección nacional del pasado 17 de agosto dejó un resultado inesperado en Cochabamba: el voto nulo se impuso con un 33.30% del total, superando a todos los partidos políticos. Este fenómeno, impulsado por una campaña desde el Trópico liderada por Evo Morales, ha desatado una nueva controversia.

Los seguidores del exmandatario afirman que el rechazo masivo a los candidatos habilitados representa un respaldo indirecto al MAS-IPSP, y por tanto, reclaman dos curules senatoriales en las regiones donde el voto nulo fue mayoritario. “El pueblo habló con el rechazo”, sostienen.

Sin embargo, los datos oficiales del Tribunal Electoral Departamental (TED) muestran que los partidos con mayor votación válida fueron el Partido Demócrata Cristiano (PDC) con 28.62% y Libertad y Democracia (LIBRE) con 28.14%. Estos resultados han sido utilizados para distribuir los escaños, dejando fuera al MAS-IPSP, que apenas alcanzó el 2% de apoyo en el departamento.

La polémica se intensifica porque en algunas regiones el PDC no presentó candidatos, lo que obligó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) a habilitar suplentes internos para ocupar los cargos. Este vacío ha sido interpretado por sectores afines a Evo como una oportunidad para que el voto nulo tenga peso político, aunque legalmente no sea vinculante.

Mientras tanto, la nueva Asamblea Legislativa se instalará el 8 de noviembre con una composición inédita: el 58.33% de los senadores serán mujeres. En Cochabamba, los cuatro curules fueron asignados a PDC, LIBRE y APB Súmate, sin presencia del MAS-IPSP ni de representantes surgidos del voto nulo.

La discusión sobre si el voto nulo puede o debe traducirse en representación parlamentaria sigue abierta. Para los seguidores de Evo, la exclusión del MAS no refleja la voluntad popular, sino las consecuencias de su inhabilitación como candidato.