El dirigente panadero Rubén Ríos fue aprehendido en La Paz y trasladado enmanillado a la Fiscalía. La orden de captura se ejecutó tras varios intentos fallidos, incluyendo el allanamiento de su vivienda en Villa Victoria.

La Fiscalía lo investiga por presuntas irregularidades en el manejo de harina subvencionada entregada por la estatal Emapa. Según el Ministerio de Desarrollo Productivo, el caso habría provocado un daño económico de 5 millones de bolivianos.
Ríos rechaza los cargos. Asegura que es inocente y denuncia que el proceso responde a una persecución política contra el sector panificador.
El caso estalla en medio de la decisión del Gobierno de eliminar la subvención de la harina, medida que ha generado tensión con los gremios panificadores. La Alcaldía de La Paz también intervino en uno de sus hornos, denunciando condiciones insalubres y venta de pan a precios elevados pese al beneficio estatal.