La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) presentó de forma oficial ante la FIFA su interés en ser sede de la edición 2029 del Mundial de Clubes, uno de los torneos más esperados del calendario internacional. La propuesta se apoya en la sólida infraestructura deportiva del país, su experiencia previa en la organización de eventos de gran magnitud, como la Copa Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos Río 2016, y la reconocida pasión del pueblo brasileño por el fútbol.
Fuentes cercanas a la CBF indican que el proyecto contempla a varias ciudades como posibles anfitrionas, entre ellas Río de Janeiro, São Paulo, Brasilia y Belo Horizonte, todas con estadios modernos y conectividad internacional. Además, se espera que el plan incluya mejoras en logística, seguridad y sostenibilidad, acorde con los estándares exigidos por el máximo organismo del fútbol mundial.
La FIFA, que aún no ha determinado el país anfitrión, iniciará en los próximos meses el proceso de evaluación de candidaturas. En caso de ser seleccionado, Brasil volvería a ocupar un lugar central en el escenario del fútbol global, proyectando su legado deportivo a nuevas generaciones de fanáticos.
Este interés refuerza el posicionamiento estratégico del país sudamericano como potencia futbolística no solo en lo deportivo, sino también en la gestión y promoción de eventos de talla mundial.