
El presidente de Argentina, Javier Milei, ha firmado el decreto 697/2025 que permite el ingreso de tropas estadounidenses al país para realizar ejercicios militares conjuntos. La medida, adoptada mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), ha generado una fuerte controversia política y jurídica, al no contar con la aprobación previa del Congreso Nacional.
El decreto autoriza la entrada de unos 30 efectivos del Ejército de Estados Unidos entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre. Las maniobras, denominadas “Operación Tridente”, se llevarán a cabo en las bases navales de Mar del Plata, Ushuaia y Puerto Belgrano, así como en zonas marítimas y terrestres destinadas a instrucción militar.
Según el Gobierno argentino, el objetivo es “intercambiar procedimientos, técnicas y tácticas de entrenamiento entre Fuerzas Especiales” y mejorar la interoperabilidad en escenarios complejos. La Armada estadounidense aportará unidades de élite como los Navy Seals, mientras que Argentina movilizará sus Fuerzas Navales Especiales.
La decisión ha sido duramente cuestionada por sectores opositores y constitucionalistas, que señalan que el artículo 75 inciso 28 de la Constitución exige autorización legislativa para el ingreso de fuerzas extranjeras. Aunque el Ejecutivo había enviado el proyecto al Congreso, este no fue tratado, y Milei justificó el decreto alegando “naturaleza excepcional” del contexto.
La Comisión Bicameral Permanente deberá revisar la validez del DNU, pero los ejercicios ya tienen cronograma confirmado. Críticos advierten que la medida podría sentar un precedente peligroso en materia de soberanía militar y control institucional.
La autorización coincide con un momento de acercamiento diplomático entre Milei y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ambos mandatarios tienen previsto reunirse el 14 de octubre en Washington, en medio de la campaña electoral argentina. Trump ha expresado su “total respaldo” a Milei y ha comprometido apoyo financiero para enfrentar la crisis económica del país sudamericano.