Perú, Bolivia, Argentina y Chile proponen creación de observatorio para luchar contra el contrabando

El contrabando es uno de los problemas más habituales en Sudamérica, sin distinción del país al que se mire. Si bien algunas personas podrán reducir este delito al simple ejercicio del comercio ilícito, lo cierto es que los profesionales advierten que este negocio alimenta a diferentes campos ilegales. Por ello, el pasado 15 de enero se reunieron en Santiago de Chile las autoridades y los líderes industriales de Argentina, Bolivia, Chile y el Perú para debatir sobre el asunto.

La conferencia fue denominada “Encuentro de Cámaras de Comercio Sudamericanas: Generando alianzas frente al comercio ilícito” y las delegaciones establecieron sus puntos de vista, explicaron las dinámicas de esta actividad en sus respectivos países y propusieron soluciones para mitigar los daños que el contrabando genera.

El evento estuvo bajo la organización de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile. Asimismo, se hicieron presentes la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) por la parte peruana; la Cámara Nacional de Industrias y la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) por el lado de Bolivia; y la Cámara Argentina de Comercios y Servicios.

Relación entre el comercio ilícito y otros crímenes

El mayor problema del contrabando es el vínculo que el comercio ilícito mantiene con otras prácticas ilegales. Según la revista Economía, en los cuatro países mencionados (Argentina, Bolivia, Chile y el Perú), el contrabando es una herramienta para financiar el crimen organizado, la minería ilegal, el narcotráfico, la trata de personas, entre otros. Asimismo, condiciona la industria local debido a que altera los mercados con el ingreso de productos irregulares como prendas de vestir, cigarros, licores, autos robados y demás bienes obtenidos de forma ilícita.

De igual manera, los representantes de las cuatro delegaciones tomaron participación en una mesa de trabajo para entender el alcance, los resultados y la capacidad del Observatorio del Comercio Ilícito, que fue creado hace más de nueve años por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile. Esta recopila información y la agrupa en su categoría correspondiente: victimización de comercios, percepción del comercio ilícito y diferentes estudios. Estos conocimientos suponen un enriquecimiento al debate en discusiones políticas y mayor información para la toma de decisiones de los sectores público y privado en la lucha contra el contrabando.

“Tenemos que realizar un trabajo conjunto entre el sector público y el sector privado, pero sobre todo entre países limítrofes para poder combatir el comercio ilícito. Solo así encontraremos una alternativa que ayude al crecimiento y al desarrollo. La realización de eventos como este y herramientas como el Observatorio de Comercio Ilícito catalizan esta interacción y permiten sumar esfuerzos en el combate contra el crimen organizado y todos los sectores que se benefician del comercio ilícito”, comentó Claudia Linares, quien se desempeña como presidenta de la Comisión de Lucha contra el Comercio Ilícito, órgano de la Sociedad Nacional de Industrias.

Necesidad de abordar el problema de forma transnacional

Silvia Hooker, actual gerente de Asuntos Internacionales de la Sociedad Nacional de Industrias y secretaria técnica de la Comisión de Lucha contra el Comercio Ilícito, tiene una postura mucho más amplia: trazar una estrategia internacional. En ese sentido, precisó que los enfrentamientos contra el comercio ilícito debe contar con la participación de todos los países, destacó la reciente inclusión del contrabando como delito de la Ley contra el Crimen Organizado (mediante DL 1607), y la consideró como herramienta clave para combatir a las organizaciones criminales más poderosas.

“La SNI viene trabajando a través de una Comisión de Comercio Ilícito que, a su vez, participa junto a diversas instituciones de una comisión público privada de Lucha contra los Delitos Aduaneros y la Piratería, que lidera el Ministerio de la Producción. En este sentido, consideramos que el Perú debe tener un observatorio desde la SNI para coordinar acciones entre las instituciones involucradas”, manifestó Hooker.