Bolivia registra histórica caída de focos de calor, este 2025 podría cerrar con la menor superficie quemada en una década

Bolivia vive un giro inesperado en su lucha contra los incendios forestales. Según datos oficiales, hasta el 30 de septiembre se contabilizaron 76.183 focos de calor en todo el país, una cifra que contrasta drásticamente con los 991.903 registrados en el mismo periodo de 2024.

El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, atribuyó esta reducción a tres factores clave: una planificación más eficiente, condiciones climáticas favorables y una respuesta estatal más rápida. “Podríamos incluso decir que este año la cicatriz de quema va a ser una de las más bajas de los últimos 10 años en nuestro territorio nacional”, afirmó en conferencia de prensa.

Durante 2025, el Comando Conjunto de Respuesta a Eventos Adversos ha intervenido en 137 incendios forestales, movilizando a 2.405 bomberos y 150 unidades militares. Se realizaron 149 operaciones de respuesta, divididas entre 86 aéreas y 63 terrestres. La mayoría de los siniestros se concentraron en zonas inaccesibles, dentro de reservas forestales y áreas protegidas.

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) confirmó que las condiciones atmosféricas durante septiembre fueron menos propensas a la propagación de incendios, con temperaturas moderadas, mayor humedad relativa y escasa precipitación. Esta situación contribuyó a que los chaqueos —quemas controladas para preparar suelos— no se salieran de control como en años anteriores.

Pese a la mejora general, aún se reportan incendios activos en municipios como San Ignacio de Velasco, Ascensión de Guarayos y San Matías, dentro del departamento de Santa Cruz. Las autoridades continúan desplegando patrullas aéreas y terrestres para contener el fuego y verificar si se trata de quemas agrícolas o incendios forestales.

El Gobierno boliviano mantiene una postura optimista. Si la tendencia se mantiene, 2025 podría convertirse en el año con menor superficie quemada en la última década. Esta mejora representa un alivio tras la crisis ambiental de 2024, cuando más de 12 millones de hectáreas fueron arrasadas por el fuego