El TSE rechaza acusaciones de fraude y exige respeto institucional

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia emitió un contundente pronunciamiento este 19 de septiembre, rechazando las acusaciones de fraude lanzadas por Edman Lara, candidato a la vicepresidencia por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), en el marco de la campaña presidencial rumbo al balotaje del 19 de octubre.

Lara, en declaraciones públicas y transmisiones digitales, aseguró que Jorge “Tuto” Quiroga, postulante por la Alianza Libre, solo podría imponerse en las urnas mediante fraude. “La única manera de que usted nos gane la elección es que haga fraude”, afirmó en TikTok, intensificando la polarización preelectoral.

El presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, calificó las declaraciones como una vulneración directa al acuerdo contra la “guerra sucia” firmado por ambas fuerzas políticas el 10 de septiembre en Santa Cruz. “Esperamos que esta exhortación sirva para reencaminar el proceso y mantener la cordialidad entre los contendientes”, señaló Hassenteufel.

El vocal Gustavo Ávila también se pronunció, subrayando que el TSE responde con transparencia y trabajo. “Son declaraciones que no sé si vale la pena responder. Respondemos con nuestro trabajo”, dijo, recordando la legitimidad de la primera vuelta celebrada el 17 de agosto.

Aunque el pacto de no agresión fue firmado por Rodrigo Paz (PDC) y Juan Pablo Velasco (Libre), Lara no asistió al acto, alegando hostigamiento en el aeropuerto de El Alto. Desde entonces, las acusaciones cruzadas han escalado, con el PDC denunciando el uso de “guerreros digitales” por parte de Libre, mientras este último exige al TSE que sancione los ataques de Lara.

La Alcaldía de El Alto, gobernada por Eva Copa, también se vio involucrada, exigiendo a Lara que presente pruebas tras ser acusada de facilitar el acarreo de funcionarios a actos de campaña. De no hacerlo, advirtió con acciones legales.

El TSE reafirmó su compromiso con la transparencia y pidió a los candidatos evitar el uso irresponsable de términos como “fraude” sin pruebas documentadas. “La legitimidad del proceso está en juego, y no se puede permitir que se erosione por intereses partidarios”, concluyó Hassenteufel.

Análisis editorial: La narrativa de fraude sin sustento amenaza con deslegitimar el proceso democrático boliviano. En un contexto marcado por la memoria del 2019, el TSE enfrenta el reto de blindar su credibilidad ante una campaña cada vez más virulenta. La ciudadanía exige propuestas, no provocaciones.