Emergencia Sanitaria en la Amazonía Boliviana, la Comunidad 7 de Julio Aislada por Brote de Malaria

La comunidad 7 de Julio, ubicada en las cercanías del municipio amazónico de Riberalta, enfrenta una crisis sanitaria sin precedentes: decenas de familias han sido afectadas por un brote masivo de malaria, mientras permanecen completamente aisladas por falta de combustible, medicamentos y vías de salida.

Según testimonios locales, la situación es crítica. “No hay cómo salir, no hay cómo entrar. La gente está enferma y no hay ni una pastilla para el dolor”, denunció un dirigente comunitario que logró comunicarse por radio con autoridades del municipio.

La emergencia en 7 de Julio se suma al colapso sanitario que vive Riberalta, donde se han registrado más de 1.135 casos de malaria en los últimos tres meses. La variante Plasmodium falciparum, la más letal, ya circula en la zona, según el Ministerio de Salud y la OPS. El cambio climático, la deforestación y las inundaciones han multiplicado los vectores, mientras el sistema de salud local carece de insumos, personal e infraestructura.

Las lluvias intensas y el desabastecimiento de combustible han dejado a comunidades como 7 de Julio completamente incomunicadas. “No hay gasolina ni para una lancha. Los enfermos están atrapados”, alertó Graciela Paredes, presidenta de un barrio vecino.

La falta de medicamentos antimaláricos, reactivos de laboratorio y personal médico ha paralizado la respuesta sanitaria. Aunque proyectos internacionales como VIDA, financiado por KOICA y World Vision, han comenzado a operar en Riberalta con clínicas móviles y sistemas de alerta temprana, aún no han llegado a comunidades periféricas como 7 de Julio.

La situación exige una respuesta inmediata del Estado boliviano y de organismos internacionales. La comunidad 7 de Julio no puede esperar. Cada día sin atención médica pone en riesgo vidas, especialmente de niños menores de 9 años, quienes son los más afectados por la enfermedad.