Una joven de 21 años perdió la vida de forma trágica y alarmante tras ser inyectada con ketamina, una potente anestesia de uso veterinario destinada a caballos. El hecho, que ha conmocionado a la ciudadanía, ocurrió en la zona Gran Poder, sobre la avenida Gallardo, en la ciudad de La Paz.

Según el informe preliminar del fiscal Carlos Cortez, coordinador de la Fiscalía Especializada de Delitos Contra la Vida, la víctima fue hallada sin signos vitales luego de recibir la sustancia, lo que le provocó una grave intoxicación y broncoaspiración. “La ketamina está siendo utilizada como droga por algunos individuos, lo que representa un riesgo extremo para la salud pública”, advirtió Cortez.
El presunto autor del crimen es un hombre de 37 años, quien habría suministrado la sustancia con fines aún no esclarecidos. Actualmente se encuentra aprehendido y será investigado por el delito de feminicidio. La Fiscalía anunció que solicitará su detención preventiva en las próximas horas.
Este caso llama la atención sobre el uso clandestino de anestesia veterinaria como droga recreativa, una práctica que, según las autoridades, está en expansión y requiere urgente regulación y control.
La ketamina, comúnmente utilizada en equinos para procedimientos quirúrgicos, ha sido desviada hacia el mercado ilegal, donde se emplea como alucinógeno. Su uso en humanos sin supervisión médica puede provocar efectos devastadores, como los que acabaron con la vida de esta joven.
La sociedad exige justicia y medidas concretas para evitar que sustancias diseñadas para animales sigan cobrando vidas humanas. El Ministerio Público ha prometido profundizar la investigación y esclarecer cómo se accedió a esta sustancia.