Luis Arce convoca a la unidad de la izquierda a 29 días de las elecciones generales

En una conferencia de prensa realizada en la Casa Grande del Pueblo, el presidente de Bolivia, Luis Arce, hizo un llamado urgente a los partidos de izquierda para rearticularse y conformar un bloque nacional popular, con miras a las elecciones generales del próximo 17 de agosto. A tan solo 29 días del sufragio, el mandatario advirtió que la fragmentación del campo progresista podría abrir las puertas al retorno de la derecha y al modelo neoliberal.

“Queremos plantear a todos los partidos de izquierda que nos reunamos, que nos unamos. El Gobierno nacional va a enviar una carta mensaje a todos los líderes de los partidos políticos de izquierda para que podamos evaluar juntos la situación política coyuntural que atraviesa nuestro país”, declaró Arce.

Arce propuso que el Gobierno actúe como “catalizador” de las fuerzas progresistas, con el objetivo de consolidar una propuesta electoral unificada que represente los intereses de los sectores más humildes del país. “Hay una obligación entre todos los frentes de izquierda de conformar un bloque unido para continuar con las políticas en beneficio de la población, especialmente de la más humilde”, enfatizó.

El llamado de Arce se produce en un contexto de descenso en las encuestas para el Movimiento al Socialismo (MAS), cuyo candidato, Eduardo Del Castillo, se ubica en el séptimo lugar con apenas 1,92% de apoyo. Mientras tanto, otros líderes de izquierda como Andrónico Rodríguez y Eva Copa también figuran como candidatos, pero sin lograr una cohesión que fortalezca el bloque progresista.

Arce recordó que ya había renunciado a su candidatura presidencial en mayo, con el fin de facilitar una alianza entre todos los partidos de izquierda. Sin embargo, denunció que hubo sabotajes internos y externos que impidieron concretar esa unidad.

Desde Tarija, durante el inicio de producción del campo gasífero Churumas, el presidente reiteró que sin unidad, “se nos viene otra vez el neoliberalismo”, lo que implicaría la privatización de los logros alcanzados por su gestión y el debilitamiento del proceso de cambio iniciado por el MAS.

El Gobierno enviará cartas formales a los líderes de partidos afines para convocar a una reunión de coordinación. El objetivo: conformar un frente común que represente una “opción verdadera” para el pueblo boliviano en las urnas.